domingo, 24 de mayo de 2020

Vía espermatozoidal



Acabo de leer un relato histórico en el que se describía la situación de hace unos 1.300 años.  Más o menos decía que “Pelayo reina entre el año 722 al 737, y a su muerte le sucede su hijo Favila, …”, era lo típico de aquella época.

Pero inmediatamente piensas que hoy seguimos viviendo en un régimen político parecido al que teníamos en el medievo, donde el Jefe del Estado se sigue “pasando” de padre a hijo.

En el siglo XII, en el XV, en el XVII, en España había dos tipos de personas. Los terratenientes, que vivían de puta madre, y los labradores que trabajaban para que a los primeros no le faltara de nada. Los primeros eran los Reyes, Príncipes, Infantes, Condes, Duques o Marqueses y sus familias. Los segundos eran el resto, es decir, el 99,9 % de la población. Esa era la España medieval y la España feudal, basada en que el Jefe del Reino era "el Rey".

Hoy, después de más de mil años, tenemos en una Monarquía Parlamentaria, también basada en que el Jefe del Estado es "el Rey".  Y no lo digo yo, lo dice nuestra máxima norma de convivencia, la Constitución, que en el Art. 1 dice que “La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria”, que “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”, y que “la Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica” ... joder con nuestra Constitución.

Hoy, en España el Jefe del Estado sigue siendo un “Rey”.  Hoy, en España siguen existiendo condes, duques y marqueses.  Y hoy en España siguen existiendo los palacios reales y toda la parafernalia que ellos conllevan.

De verdad que no me deja de sorprender, cada vez que lo pienso, como seguimos teniendo una “familia Real”, con "su rey, su reina, su príncipe, sus princesas, sus infantes, sus duques, sus ex duques, etc. etc.”, y que esas personas sean, y puedan llegar a ser, el Jefe del Estado español, el máximo representante de nuestro país.

En definitiva, y para entendernos, que generación tras generación y vía espermatozoidal, se convierten en los Jefes del Estado español.

No entro en los resultados de su “gestión”, de su "representación", de su "agenda" de un acto al día, o de las miles de personas que trabajan para cuidarles.

En lo que si entro, lo que siempre me ha llamado la atención, es si tienen, o no, la sangre azul. Eso si me llena de curiosidad.

Si es así, si tienen la sangre azul, pues está bien, son de la realeza. Pero si tienen la sangre roja, como los demás mortales, alguien me puede argumentar ¿por qué nacen siendo el Jefe del Estado y miembros de la "realeza"?.

Creo en un sistema de elección universal de nuestros dirigentes (de la asociación de vecino, del partido político, de la Ong o del Estado), en un sistema en el que la ciudadanía elija a sus gobernantes, democráticamente y por un período de tiempo. Creo firmemente en la democracia.

No creo en un sistema donde por vía orgásmica (aunque sea la más placentera de las vías), los Jefes del Estado vayan pasando de padres a hijos, y de forma vitalicia.

Pues en estas estamos, en pleno siglo XXI.  La persona que ostenta la Jefatura del Estado, es un “Rey”, y los españolitos y españolitas no podemos elegir a nuestro primer representante, solo estar atentos y esperar que a los nueve meses de alguna noche de pasión real, nazca otro “Infante”, que siga perpetuando esta tradición medieval.

Y aunque solo sea un deseo, en estas fechas de los deseos, querido amigo, querida amiga, Salud y República.


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