domingo, 24 de mayo de 2020

Dignidad


Hace unos días, el Boletín Oficial de las Cortes Generales publicó la Proposición de Ley Orgánica de regulación de la Eutanasia, presentada por el Grupo Parlamentario Socialista.

Yo la he leído atentamente, y solo puedo añadir que llega tarde, que muchos cientos de miles de sufrimientos diarios se podrían haber ahorrado si hubiera estado en vigor desde hace años.

En su exposición de motivos señala que se pretende dar una respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista, a una demanda sostenida de la sociedad actual, como es la eutanasia.

La eutanasia significa etimológicamente “buena muerte” y se puede definir como el acto deliberado de dar fin a la vida de una persona, producido por voluntad expresa de la propia persona y con el objeto de evitar un sufrimiento.

La legalización y regulación de la eutanasia se asientan sobre la compatibilidad de unos principios esenciales de los derechos de las personas, y que son así recogidos en la Constitución española.

De esta forma, se señala que el objeto de esta ley es regular el derecho que corresponde a la ciudadanía española (cumpliendo unas condiciones) a solicitar y recibir la ayuda necesaria para morir con dignidad.

Defiendo y lucho, en la medida de mis posibilidades, para que todos y todas, vivamos con unos derechos sociales e ingresos vitales para poder tener una vida digna, que es lo mínimo que debería garantizarse a quienes tienen la desgracia de pertenecer a los colectivos más desfavorecidos y en exclusión social.

Y si creo firmemente en que el Estado debe garantizar la vida digna de todos los españoles/as, también estoy convencido que debe garantizar, por ley, la muerte digna cuando llegue ese momento … que nos llegará.

Lo que es difícil de entender, es a esa derecha casposa, que siempre está en contra de toda iniciativa que no sea suya … o de Vox.

No puedo entender que no luche por una dignidad mínima en vida y no puedo entender que no quiera una dignidad mínima en la muerte.

Sí que puedo entender que quien quiera vivir hasta “cuando Dios quiera”, lo haga.  Puedo entender a que quien quiera vivir con sufrimiento, lo haga.  Puedo entender a que quien quiera vivir lo máximo, aunque con dolor, lo haga.  No quieren escuchar, por mucho que se les explique, que si quieren vivir hasta “cuando Dios Quiera” o no quieren solicitar el derecho de la eutanasia, pues que no lo hagan. 

Es un derecho, no una obligación, pero para ellos prevalece la necesidad de hacer oposición al gobierno.

No, no puedo entender que esa derecha casposa y esos católicos de igualdad dentro de la iglesia y de desigualdad fuera de ella, se opongan a que quien quiera morir con dignidad y sin sufrimiento, lo puedan hacer.

Yo defiendo la eutanasia, la apoyo, la justifico, la respaldo y pelearé porque se implante.

Sobre todo, porque cuando me llegue la hora de ver cerca la muerte, padeciendo sufrimiento, no tendré la más mínima duda de pedir que se me aplique la eutanasia.  Y si ese derecho que lo quiero para mí, también lo quiero para tí.

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