Susana, creo que no
En pocos días se celebrará el Comité Federal del PSOE, que
propondrá la organización del Congreso Federal, que a su vez conllevará el
mismo proceso en Andalucía. Es decir, se
iniciará el procedimiento para elegir a la persona que liderará al socialismo
andaluz en los próximos años.
Por si no quieres seguir leyendo, mi opinión es clara, es
necesario un nuevo proyecto y con nuevas personas. Obviamente, un nuevo proyecto basado en las
políticas progresistas y en la máxima de asentar esas políticas en los
principios de libertad, igualdad, solidaridad y justicia social. Pero también estoy convencido que ese nuevo
proyecto debe liderarlo nuevas personas.
Creo que es imprescindible que la militancia socialista se
reúna en un proyecto de profundo cambio orgánico, el cual no puede ser
exclusivamente la sustitución o continuidad de personas que ostentan dicho
poder orgánico, sino la erradicación de un modelo de cuadros orgánicos, normalmente
personalistas.
Creo que es necesario reconocer la tónica producida en los
últimos años de retoceso en la acción de la militancia, en su participación, …
y esto es lo peor que le puede pasar a una organización que quiera estar viva y
activa.
Creo que la militancia debe ser la base y centro de la
acción política, y creo que actualmente está abandonada.
Creo que es necesario la asunción de responsabilidades, que se
oculta en un intercambio de complicidades, tutelas y coberturas, para no tener
que dar cuentas de resultados.
Creo que la autocrítica debe ser el pilar de la persona que
se considere progresista, sin autocrítica, sin opiniones divergentes, no se
avanza, y en el actual PSOE-A no existe posibilidad de crítica … si se quiere
seguir en los ámbitos de poder. Es más,
creo que la mayor lealtad es hacer una crítica en positivo y lo más mísero es
afirmar continuamente lo extraordinariamente bien que lo hace el superior
político, para conservar el puestecillo de turno o llegar a alcanzar uno.
Creo que es necesario alejar la institucionalización del
partido, olvidar la permanente confusión entre el partido y las instituciones
donde se gobierna o gobernaba, terminando por desnaturalizar el papel del
primero, que debe ser el más importante, el que dicte las políticas a
desarrollar en donde se gobierne, y no al revés.
Creo que es necesario recuperar la acción social del partido
socialista en el territorio, en los colectivos sociales, en los barrios, que ha
derivado en el aburguesamiento de la actividad política.
Creo que es necesario recuperar el referente andaluz,
reivindicar ser el partido que de forma más determinante protagonizó la
conquista de la autonomía a través del artículo 151 y que hizo del PSOE-A el
gran referente político de Andalucía.
Creo que es necesario romper con la existencia de personas
que llevan décadas en puestos políticos, aferrándose a esos puestos como su
fuente de ingresos, debiéndose limitar esas responsabilidades.
Creo que es necesario la integración, en vez de la
exclusión.
Creo que buscar razones de auto exculpa es pasar de la
negligencia a la culpa manifiesta, de no querer ver que es necesario un cambio
del modelo actual, que está en claros síntomas de agotamiento.
Creo que los principales responsables son las personas que
integran la dirección regional, que no han sabido enfrentarse al cúmulo de
circunstancias que han hecho, bajo mi punto de vista, que la población andaluza
le haya dado mayoritariamente su confianza a la derecha, y lo que es peor, con
la extrema derecha.
Creo que todo lo anterior influyó en los resultados
electorales de diciembre de 2018, que supusieron un punto de inflexión
histórico en Andalucía, desde que se constituyó la comunidad autónoma.
Creo que si en esas elecciones se perdieron 400.000 votos,
el 30 % del apoyo electoral, si se perdió por primera vez el gobierno de la
Junta de Andalucía, algún cambio se tendría que haber producido, y todo ha
seguido igual … en la planificación orgánica y en las personas que dirigieron y
siguen dirigiendo el partido a nivel andaluz.
Creo que Andalucía necesita de un nuevo PSOE-A, un partido
rearmado en todos sus flancos. Hay que adecuar el proyecto a la nueva realidad.
El nuevo PSOE-A tiene que representar un proyecto de verdadero progresismo para
recuperar el gobierno de la Junta de Andalucía, en el que las derechas, en
alianza con la ultraderecha, han amputado demasiados derechos sociales
adquiridos en distintos gobiernos socialistas.
Creo que ningún cambio profundo y real es factible si
quienes lo tienen que afrontar son las mismas personas que propiciaron su
necesidad.
Creo que Susana Díaz es un activo muy importante para el
partido socialista, que es necesario contar con su experiencia en otras
responsabilidades, pero también estoy convencido que debe tener la suficiente
generosidad para dar un paso atrás en el liderazgo andaluz, para romper la
dinámica decreciente del PSOE-A.
Creo que la generosidad del ejemplo de Iceta, es lo que
necesita el socialismo andaluz para rearmarse ante la peligrosa derechización
de la política andaluza, y estoy convenido que Susana Díaz lo entenderá así en
las próximas semanas.
¿Qué soy crítico?, lo seré, pero con la lealtad de decir lo
que pienso para el bien de los colectivos en los que milito.