Si hay algo por lo que deben trabajar los gobiernos, es por
la igualdad.
Si hay algo por lo que debe movilizarse una sociedad, es por
la igualdad.
Si hay algo por lo que merece la pena pelear, es por la
igualdad.
Si hay algo que rompe las sociedades y generan los
conflictos, es la desigualdad.
Pues bien, en España sigue creciendo la brecha entre los que
están decidiendo el modelo de yate a comprar y los que tienen que decidir si
alimentarse o calentarse en estos días de invierno.
Debemos reconocerlo. Quienes consideramos que el Estado
ideal es aquel en el que no existen grandes desigualdades, estamos fracasando.
No lo digo yo, lo dicen los últimos estudios publicados, que
dicen que somos unos inútiles (algunos más que otros) y no somos capaces de
solucionar este problema.
Lo que vemos en la calle, lo leemos en esas hojas. Con pena
leemos que han aumentado los hogares en los que no entran ningún tipo de
ingresos (alcanzando los 617.000 hogares, un auténtico drama para nuestro
país), mientras que los ultramillonarios (yo tampoco sé cuantos millones hay
que tener para entrar en ese selecto club) han crecido en un 4%.
Hemos llegado a una situación muy difícil de sostener, en la
que el 1% de la población rica, muy rica, asquerosamente rica, tiene 24,2 de
cada 100 €, mientras que el 50% de la población pobre... sólo tiene la mísera
cantidad de 7 de cada 100 €.
Los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez más
pobres. Una puta realidad que nos muestra la miseria de la desigualdad.
No te aconsejo que leas los informes de la OCDE y de Oxfam,
te vas a cabrear mucho, igual que hice yo. Te lo resumo muy rápidamente, nos
estamos convirtiendo en una mierda de sociedad, que desde antes de la crisis no
hemos parado en aumentar las desigualdades, inmensas diferencias entre los que
tienen aviones privados y quiénes no pueden comprar ni en el chino de la
esquina un jersey con el que protegerse del frío.
Por ponerte un solo ejemplo, somos el segundo Estado europeo
(por detrás de Bulgaria) en el que la distancia entre ricos y pobres ha
aumentado más.
Supongo que mis 7 lectores y lectoras compartirán que no
debemos permitir que haya familias que no tengan cubiertas sus necesidades
básicas. Compartiréis que para eso debe estar el Estado, que no es más que la decisión
solidaria de apoyar a quienes tienen la desgracia de caminar por ese helado
sendero.
Pero algunos de mis 7 lectores no estarán de acuerdo conmigo
en limitar los ingresos a un máximo. Me diréis, Rafa, ese es un debate antiguo,
me diréis que en un sistema capitalista es imposible, me diréis que cortaremos
el desarrollo empresarial de algunos, me diréis que me he vuelto gilipollas...
pero de verdad que lo pienso.
¿Para qué quiere una criaturita 1.300 millones de euros en
el banco? ¿Para qué quiere una persona ganar 80 millones de euros al año? ¿A
costa de qué y de quiénes pueden ingresar tan estratosféricas cantidades?
¿Podría una persona vivir como un marajá, con 60.000 € al
mes? Yo creo que hasta tú podrías conseguirlo. ¿De verdad que necesita ganar una
persona 60.000 € al mes, mientras otras de su propia empresa ganan 910 €?
Yo creo que el sistema está fallando y hay que arreglarlo.
Tenemos un problema importante, aunque parece que no lo
vamos a ver hasta que esos cientos de miles salgan a la calle a decir que ya
está bien de tanta desigualdad... como está pasando en otros muchos países.
Tenemos un grave problema de distribución de la riqueza, muy
grave, demasiados son los que no tienen casi nada, y poquísimos los que tienen
casi todo.
Y lo peor de todo es que no hacemos casi nada para
remediarlo. Trabajemos para la igualdad, es lo que tiene que hacer el Estado y
es lo que creo que debemos hacer todos y todas.
Además, es por el bien común... mañana podrías estar tú, o
tu gente querida, entre esos hogares a los que no llega ningún ingreso.
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