En unos días, el 10 de noviembre,
estamos convocados a dedicar 15 minutos (de los 1.440 minutos que tiene ese
domingo), a ir a votar.
Estoy de acuerdo contigo en que
tendrás cosas importantes que hacer; estoy de acuerdo contigo que habrás votado
en los últimos meses, más veces de las que has hecho el amor; estoy de acuerdo contigo que deberían de haberse puesto de acuerdo
nuestros representantes políticos para la constitución de un nuevo gobierno;
estoy de acuerdo contigo que podríamos tener unos resultados parecidos; incluso
podría compartir inicialmente tu reflexión de que no vas a votar, porque no te
sale de los cojones …, pero debemos ir a votar.
No, no hay nada más importante.
Sobre todo, debemos ir a votar
quienes tenemos una ideología progresista, socialdemócrata, de izquierdas,
porque la historia electoral nos muestra que quienes tienen la ideología de
derechas, sí que van a votar, … desayuno, misa y voto, esa será la ruta que
harán el domingo 10 de noviembre.
Debemos ir a votar, porque como dice esa
frase ya manida “nos jugamos mucho”, pero es que nos jugamos demasiado. Nos jugamos poder seguir avanzando en el
Estado del Bienestar; en las políticas basadas en la igualdad; en el de la
distribución de la riqueza de forma permeable; en el de la apuesta por los más necesitados;
en el de la cultura de la solidaridad, frente al individualismo … en
definitiva, nos jugamos seguir avanzando para conseguir una sociedad más justa
… o que el mercado “ponga a cada uno, según sus habilidades … dentro de una
España, grande y libre”.
Yo apuesto porque el Estado debe ser
quien trabaje por una sociedad más justa, más igualitaria, más feminista, más
integradora y más solidaria. Quienes así
pensemos, debemos ir a votar, a quien nos dé la gana (yo lo tengo claro), pero
debemos ir a votar, … porque quienes creen que el “otro modelo es mejor” van a
ir a votar, que no os quepa la menor duda que lo harán, que su abstención será
mínima.
Si los que nos consideramos
progresistas, de izquierdas, no nos movilizamos, corremos el riesgo que suceda
lo mismo que pasó hace poco en Andalucía, que las derechas con la ultraderecha tengan
mayoría y puedan gobernar nuestro país.
Y no estoy hablando de teoría, estoy hablando
que puede pasar, que puedan llegar a una coalición de gobierno y que para que
el PP y C`s se repartan los sillones, tendrán que asumir las medidas que Vox
les impone, es decir, lo mismo que está sucediendo en nuestra región.
Y tampoco estoy hablando de
tonterías, dejarme recordaros que la ultraderecha española está proponiendo
acciones, basadas en discursos idénticos a los de la extrema derecha europea,
que tan contenta se puso cuando por primera vez entró un partido como Vox en el
Congreso de los Diputados, y Diputadas.
Déjame recordarte que piden la
deportación de migrantes legales (cuando realicen algo tan subjetivo como
actividades contra la soberanía, seguridad o la independencia nacional,
pudiendo perder la nacionalidad adquirida) e ilegales, apostando por “cuotas de
origen”, que nos recuerda a pasados xenófobos y nos vuelve la vista atrás, a la
de la separación, en vez de a la integración.
Déjame recordarte que piensan que
“los actos del orgullo gay vulneran derechos de los vecinos, normativas
municipales y se malversan bienes de titularidad pública", llegando a
afirmar que son enfermos, e incluso afirmando que medicándolos tienen cura.
Déjame recordarte que piden
ilegalizar los partidos, asociaciones u ONGs que persigan la destrucción de la
unidad territorial de la Nación y de su soberanía, siendo ellos mismos quienes
subjetivamente decidirían quienes son los que “quieren destruir la unidad
territorial”, que puede ser hasta quien ponga una bandera autonómica o
republicana en su balcón.
Déjame recordarte que proponen la
supresión de las televisiones regionales, los defensores del pueblo, los
consejos consultivos o las agencias meteorológicas, queriendo eliminar las
características esenciales de los distintos territorios españoles.
Déjame recordarte que proponen que
exista un solo gobierno y parlamento para toda España, con especial atención a
las gestas y hazañas de nuestros héroes nacionales. El problema es que para ellos Francisco
Franco es un héroe nacional y para mí es un asesino. Los héroes para mí son los cientos de miles
Republicanos que fueron asesinados por luchar contra el golpe de Estado
fascista, defendiendo al gobierno legítimo, la libertad y la democracia.
Déjame recordarte que proponen la
derogación inmediata de la Ley de Memoria Histórica y subrayan que ningún
parlamento está legitimado para definir nuestro pasado. Es decir, que podrían reescribir la historia
como les dé la gana.
Déjame recordarte que defienden la
derogación de la ley de violencia de género, y todas las políticas basadas en
el feminismo, que no es otra cosa que eliminar la lucha para que hombres y
mujeres tengamos los mismos derechos y obligaciones.
Déjame recordarte que apuestan
suprimir las cuotas por sexo, por lo que todo indica que los puestos de
responsabilidad en el sector público y privado, volverán a ser copados por
hombres, invitando a las mujeres a cuidar de sus familias y a ser unas amas de
casa ejemplares.
Déjame recordarte que defienden la
liberalización del suelo, es decir, que quieren volver a abrir a los
especuladores la posibilidad de construir donde quieran, lo que nos llevó hace
bien poco a una burbuja inmobiliaria, que terminó en una de las mayores crisis
por las que ha pasado nuestro país.
Déjame recordarte que una de sus
principales apuestas es el impulso de una ley de protección de la tauromaquia,
como parte del patrimonio cultural español.
Así es, esta es una de sus grandes apuestas.
Déjame recordarte que el líder del
partido que propone una reducción del sistema Público y afirma que lo eficiente
es el sector privado, lleva toda su vida viviendo de fondos públicos.
Podría seguir, pero ya estarás
cansado, cansada, de leer estos “recordatorios”. Pero por favor, no te canses de decir que nos
jugamos mucho en las próximas elecciones y que si no quieres que lo anterior
suceda, debes ir a votar, debes decirle a quienes te rodean, que nos jugamos
demasiado, que vayan a votar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario