domingo, 24 de mayo de 2020

Nos jugamos demasiado


En unos días, el 10 de noviembre, estamos convocados a dedicar 15 minutos (de los 1.440 minutos que tiene ese domingo), a ir a votar. 

Estoy de acuerdo contigo en que tendrás cosas importantes que hacer; estoy de acuerdo contigo que habrás votado en los últimos meses, más veces de las que has hecho el amor; estoy de acuerdo contigo que deberían de haberse puesto de acuerdo nuestros representantes políticos para la constitución de un nuevo gobierno; estoy de acuerdo contigo que podríamos tener unos resultados parecidos; incluso podría compartir inicialmente tu reflexión de que no vas a votar, porque no te sale de los cojones …, pero debemos ir a votar.  No, no hay nada más importante.

Sobre todo, debemos ir a votar quienes tenemos una ideología progresista, socialdemócrata, de izquierdas, porque la historia electoral nos muestra que quienes tienen la ideología de derechas, sí que van a votar, … desayuno, misa y voto, esa será la ruta que harán el domingo 10 de noviembre.

Debemos ir a votar, porque como dice esa frase ya manida “nos jugamos mucho”, pero es que nos jugamos demasiado.  Nos jugamos poder seguir avanzando en el Estado del Bienestar; en las políticas basadas en la igualdad; en el de la distribución de la riqueza de forma permeable; en el de la apuesta por los más necesitados; en el de la cultura de la solidaridad, frente al individualismo … en definitiva, nos jugamos seguir avanzando para conseguir una sociedad más justa … o que el mercado “ponga a cada uno, según sus habilidades … dentro de una España, grande y libre”.

Yo apuesto porque el Estado debe ser quien trabaje por una sociedad más justa, más igualitaria, más feminista, más integradora y más solidaria.  Quienes así pensemos, debemos ir a votar, a quien nos dé la gana (yo lo tengo claro), pero debemos ir a votar, … porque quienes creen que el “otro modelo es mejor” van a ir a votar, que no os quepa la menor duda que lo harán, que su abstención será mínima.

Si los que nos consideramos progresistas, de izquierdas, no nos movilizamos, corremos el riesgo que suceda lo mismo que pasó hace poco en Andalucía, que las derechas con la ultraderecha tengan mayoría y puedan gobernar nuestro país.

Y no estoy hablando de teoría, estoy hablando que puede pasar, que puedan llegar a una coalición de gobierno y que para que el PP y C`s se repartan los sillones, tendrán que asumir las medidas que Vox les impone, es decir, lo mismo que está sucediendo en nuestra región.

Y tampoco estoy hablando de tonterías, dejarme recordaros que la ultraderecha española está proponiendo acciones, basadas en discursos idénticos a los de la extrema derecha europea, que tan contenta se puso cuando por primera vez entró un partido como Vox en el Congreso de los Diputados, y Diputadas.

Déjame recordarte que piden la deportación de migrantes legales (cuando realicen algo tan subjetivo como actividades contra la soberanía, seguridad o la independencia nacional, pudiendo perder la nacionalidad adquirida) e ilegales, apostando por “cuotas de origen”, que nos recuerda a pasados xenófobos y nos vuelve la vista atrás, a la de la separación, en vez de a la integración.

Déjame recordarte que piensan que “los actos del orgullo gay vulneran derechos de los vecinos, normativas municipales y se malversan bienes de titularidad pública", llegando a afirmar que son enfermos, e incluso afirmando que medicándolos tienen cura.

Déjame recordarte que piden ilegalizar los partidos, asociaciones u ONGs que persigan la destrucción de la unidad territorial de la Nación y de su soberanía, siendo ellos mismos quienes subjetivamente decidirían quienes son los que “quieren destruir la unidad territorial”, que puede ser hasta quien ponga una bandera autonómica o republicana en su balcón.

Déjame recordarte que proponen la supresión de las televisiones regionales, los defensores del pueblo, los consejos consultivos o las agencias meteorológicas, queriendo eliminar las características esenciales de los distintos territorios españoles.

Déjame recordarte que proponen que exista un solo gobierno y parlamento para toda España, con especial atención a las gestas y hazañas de nuestros héroes nacionales.  El problema es que para ellos Francisco Franco es un héroe nacional y para mí es un asesino.  Los héroes para mí son los cientos de miles Republicanos que fueron asesinados por luchar contra el golpe de Estado fascista, defendiendo al gobierno legítimo, la libertad y la democracia.

Déjame recordarte que proponen la derogación inmediata de la Ley de Memoria Histórica y subrayan que ningún parlamento está legitimado para definir nuestro pasado.  Es decir, que podrían reescribir la historia como les dé la gana.

Déjame recordarte que defienden la derogación de la ley de violencia de género, y todas las políticas basadas en el feminismo, que no es otra cosa que eliminar la lucha para que hombres y mujeres tengamos los mismos derechos y obligaciones.

Déjame recordarte que apuestan suprimir las cuotas por sexo, por lo que todo indica que los puestos de responsabilidad en el sector público y privado, volverán a ser copados por hombres, invitando a las mujeres a cuidar de sus familias y a ser unas amas de casa ejemplares.

Déjame recordarte que defienden la liberalización del suelo, es decir, que quieren volver a abrir a los especuladores la posibilidad de construir donde quieran, lo que nos llevó hace bien poco a una burbuja inmobiliaria, que terminó en una de las mayores crisis por las que ha pasado nuestro país.

Déjame recordarte que una de sus principales apuestas es el impulso de una ley de protección de la tauromaquia, como parte del patrimonio cultural español.  Así es, esta es una de sus grandes apuestas.
Déjame recordarte que el líder del partido que propone una reducción del sistema Público y afirma que lo eficiente es el sector privado, lleva toda su vida viviendo de fondos públicos.

Podría seguir, pero ya estarás cansado, cansada, de leer estos “recordatorios”.  Pero por favor, no te canses de decir que nos jugamos mucho en las próximas elecciones y que si no quieres que lo anterior suceda, debes ir a votar, debes decirle a quienes te rodean, que nos jugamos demasiado, que vayan a votar.

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