viernes, 21 de agosto de 2015

Tú, tú, ..., tú para Turismo



Cuando escribo esto, lunes 15 de junio, se está cerrando en todos los ayuntamientos de Andalucía los distintos equipos de gobierno, y casi todos nosotros estamos un poco intrigados en quien será el Concejal o Concejala de Turismo de nuestro municipio.

Para la inmensa mayoría de mis 12 lectores, que coinciden conmigo en que el turismo es el principal motor de empleo y riqueza de nuestra región, es importante conocer en quien recaerá la responsabilidad de dinamizar la actividad turística en su municipio.

La verdad es que muchas veces sobredimensionamos la importancia de nuestro querido Concejal o Concejala, incluso lo estoy haciendo yo al dedicar mi artículo mensual a este tema. Digo esto porque en un municipio medio, de unos 25.000 habitantes, el presupuesto que se puede dedicar a dinamizar la actividad turística puede ser de unos 25.000 euros al año. Sí, has leído bien, de un euro por habitante al año. Obvio que el presupuesto es mayor, pero ese está ya comprometido en nóminas, gastos corrientes y, por supuesto,... en ir a Fitur. Los presupuestos municipales, en general, están llenos de deuda y de gastos corrientes, por lo que queda muy poquito para inversiones y proyectos turísticos.

En definitiva, que lo que de verdad queda para que nuestro querido Concejal o Concejala haga política turística pueden ser unos pocos de miles de euros, que lo invertirá, seguramente, en hacer unos preciosos folletos. Os pido un poco de confianza en mis estimaciones, que solo obedece a mi experiencia, pero la verdad es que el presupuesto puede rondar esa cantidad y poco pueden hacer nuestros amigos concejales turísticos con esa miseria.

Por eso, cuando escucho que tal municipio está así de bien o de mal, gracias o debido, a la gestión del Concejal de Turismo de turno, siempre digo lo mismo, "que no, que no, que el éxito o fracaso es de todos". Obviamente, algunos tienen más responsabilidades que otros, pero los responsables o irresponsables somos todos.

Decía que nuestro Concejal o Concejala (que tiene su responsabilidad, pequeña pero la tiene, en el devenir turístico de su municipio) será elegido en estos días en cada uno de los casi 800 municipios andaluces. Y tenga mucho o poco presupuesto, la mayoría de nosotros, como somos chismosos, estamos atentos a ver quién será "nuestro" Concejal o Concejala.

Imagino, en estos momentos la reflexión del Alcalde o Alcaldesa de cualquier de esos 774 municipios, con sus dos colaboradores más directos.

- Alcalde, mañana tiene que firmar el decreto de distribución de concejalías, cuando quiera lo vemos

- Llevas razón, Luis, vamos a analizarlo ahora

- Perfecto, Alcalde, que gran iniciativa tiene usted

- Claro, claro, ..., pero venga Luis, saca el listado de nuestros concejales, vamos a ver la distribución de competencias

- Aquí la tiene, señor, le dice Luis entregándole los nombres de los 9 concejales y concejalas de su partido

El Alcalde mira la lista de nombres, seriamente durante dos minutos, mientras los asesores esperan a que diga algo, cuando el Alcalde empieza su reflexión:

- Veamos..., Rocío es Bióloga, ¿verdad?

- Sí, señor

- Pues apunta, Rocío será la Concejala responsable de Medio Ambiente y de Barrios.

- Sigamos. Antonio es Maestro, ¿no?

- Sí, señor

- Pues entonces será el Concejal de Cultura

- Que gran decisión, señor Alcalde

- Gracias, Luis. Sigue apuntando, creo que Mari Carmen es economista, así que será una magnífica concejala de Economía y Hacienda

Así sigue el Alcalde, con el peloteo de sus asesores, repartiendo las distintas Concejalías, hasta que llega a Manolo

- Oye, Luis, ¿Manolo que profesión tiene?

Y llega un momento inesperado, el asesor duda

- Eh, eh, ..., eh, perdone señor, pero no lo recuerdo

- Bueno da igual, ponlo como Concejal de Turismo, Manolo se pega unos magníficos viajes todos los años.

Y ya está, ya tenemos Concejal de Turismo, nuestro amigo Manolo.

Y Manolo pasa a ser el principal experto de todo el municipio en temas turísticos. Es curioso, pero se produce un extraño milagro cuando a alguien, no relacionado con nuestra actividad, lo nombran Concejal, Consejero o Ministro de Turismo y al día siguiente, sin pudor alguno, ya está diciendo lo que hay que hacer para “mejorar el turismo”.

Y el miércoles, recién nombrado, llega nuestro amigo Manolo al ayuntamiento y reúne a los tres funcionarios del área de turismo.

Y Manolo les dice a los tres que lo que se hacía antes no era lo correcto, y a que partir de ahora es cuando se van a hacer bien las cosas, que se va a cambiar “lo que se hacía”, sin saber muy bien lo que se hacía.

Y Manolo se envalentona y dice que dentro de cuatro años el pueblo entero va a vivir del turismo y que no se va a parecer en nada a lo que hay ahora.

Y los funcionarios, los tres, lo escuchan atentamente y piensan "otro al que le han puesto una gorra y se cree capitán general". Pero solo lo piensan, ya que saben que decirlo les podría costar que lo arrinconen en una esquina rellenando algunos papeles, que papeles es lo que sobran en los ayuntamientos. Así que los funcionarios lo escuchan atentamente, lo felicitan por su nombramiento y, educadamente, se ponen a su disposición.

Esto que lo escribo tranquilamente en casa en la tarde del 15 de junio, de verdad que puede estar pasando en muuuuuuchos de nuestros ayuntamientos en estos momentos.

Pero lo que le pasa a los funcionarios, reconozcámoslo, nos pasa a la mayoría de nosotros. Manolo pasa a ser de un "buen tipo" a alguien que cuando llega a cualquier acto, se encuentra con una cola de empresarios y profesionales esperando para darle la mano (algunos incluso lo abrazan, como si los conocieran desde la guardería) y le dicen lo bien que lo está haciendo.

Ya sé lo que estás pensando, que tú no eres así, que son los demás. El problema es que los demás piensan lo mismo de los demás. Me he liado, pero creo que me has entendido.

Por lo menos, y esto es lo bueno, nos lo pasaremos bien, como en aquella rueda de prensa de un "responsable político turístico" con el Consejero Delegado del turoperador Thomas Cook, cuando al inicio del acto dijo aquello de:

- En primer lugar, quería darle las gracias al señor Thomas Cook por la firma de este convenio que ...

A lo que se le acercó el técnico que tenía a su lado, y cortándolo le dijo al oído algo así como

- Disculpe, pero el Sr. Thomas Cook murió hace más de 100 años

A lo que le respondió, con el micrófono abierto

- Pero entonces, ¿éste quién es?

A lo que le tuvo que volver a susurrar al oído

- El CEO del turoperador más importante para nuestro destino, ...

La siguiente pregunta era obvia

- ¿Y qué es un CEO?

Lo mejor de todo era la cara del Consejero Delegado del turoperador, alucinando con aquella situación surrealista y firmando aquel acuerdo de colaboración, mientras todos nosotros nos descojonábamos de risa con aquella escena.