domingo, 24 de mayo de 2020

19 a 1


El martes pasado asistí en la previa de Fitur (ya sabéis, el teatro internacional del turismo), a una interesante jornada sobre el futuro de nuestra principal actividad generadora de empleo y riqueza, el turismo.

Vienen nuevos tiempos cargados de nuevos retos, que van a cambiar totalmente el futuro de las empresas y destinos turísticos, y dado que me dedico a esto y que debo señalar el camino del futuro competitivo de la Costa del Sol, debía escuchar a quienes más entienden de esos nuevos retos ... y sus posibles soluciones.  La Digitalización de todo el territorio turístico, el B2C, la turistificación, la inteligencia artificial y su aportación a las pymes turísticas, los nuevos modos de pago, ... un futuro complejo, distinto y apasionante.

Pero en ese futuro nuevo y distinto, seguimos teniendo los mismos vicios del pasado.

Al registrarme, me dan amablemente la acreditación y el programa de la mañana, lo miro detenidamente, lo vuelvo a ojear, pienso que no puede ser, lo miro una tercera vez y me vuelvo a cabrear, pensando que vamos a analizar el futuro turístico, con la misma visión masculina del pasado.
Veinte personas intervienen en las distintas mesas de debates, y de las veinte personas, la friolera de 19 hombres y 1 mujer.  Sí, has leído bien, una representación del 95% de hombres y un 5% de mujeres.

En eso me salió en voz alta un "manda güevos" (nunca mejor dicho) a lo que quienes me rodeaban, me miraron regañándome por la expresión.  Entonces, le dije en voz alta a mi amigo Smith, con el que había ido a dicho Foro, que no podía entender tantos güevos en lo alto del escenario, para que entendiera mi exclamación anterior ... pero no lo logré, siguieron mirándome como si estuviera majareta, cosa que me entristeció aún más, dado que no se habían dado cuenta a lo que me refería.

En esto que me puse a hacer un estudio, en treinta segundos, observé detenidamente la sala, y comprobé la realidad social del turismo, más o menos la mitad hombres y la mitad mujeres, aunque los hombres tuvieran una edad media más elevada y casi todos fueran una calcomanía, vistiendo con esos feísimos trajes grises.

La pregunta es evidente, si actualmente las mujeres copan casi la mitad del sector turístico, ¿cuál es la razón por la que en esos eventos haya una representación en los ponentes de diecinueve hombres y una sola mujer?

Obvio que no hay igualdad en los puestos de representación, obvio que todavía existen tintes machistas en la organización de estos eventos, obvio que esto no debe seguir pasando.

Pero,  ….sigue pasando.

Aunque lo peor es que una parte de la sociedad, representada por los partidos de la derecha y ultraderecha, nos dicen que lo anterior es mentira, que somos el demonio por intentar trabajar por el feminismo, que no es otra cosa que conseguir la igualdad de género en una sociedad en donde hombres y mujeres deberíamos vivir, por fin, en igualdad.

Los detalles son importantes, sobre todo cuando esos detalles, desgraciadamente, se convierten en una repetida y penosa realidad.

Sé que escribir esto no va a servir para mucho y que posiblemente me puedo ganar la enemistad del gran grupo de empresarios turísticos que organizaron ese importante encuentro ... pero también sé que si no lo escribiera (aunque solo me leyeran mis 3 lectores y 3 lectoras) no me lo iba a perdonar.
En definitiva, querido amigo, querida amiga, en la batalla de la igualdad, los detalles también son importantes, y deberíamos conseguir que representaciones como la del pasado martes, no vuelvan a producirse nunca más.  Y también deberíamos seguir denunciando cada situación en la que se produzca una clara discriminación hacia la mujer en el mundo profesional.

Ojalá pronto veamos un evento como el del martes, donde conozcamos la opinión de diez hombres y diez mujeres, seguro que sería mucho más interesante.

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