jueves, 2 de enero de 2014

La culpa la tiene otro

Creo que debemos hacer un poco de autocrítica, aunque sea una "mijilla", como decimos en Málaga.

No puede ser que tengamos los/as peores políticos del mundo, los peores representantes sindicales, los peores líderes sindicales, o hasta los peores presidentes de equipos de fútbol, y que la "sociedad civil", es decir, nosotros, seamos estupendos.

No puede ser que la culpa la tenga siempre otra persona.

La clase dirigente, en cualquiera de sus ámbitos, incluidas las personas que dirigen una asociación de vecinos, una peña o un partido político, son el reflejo de la sociedad, es decir de nosotros y nosotras.

Así de simple, y si todo es un desastre, es que en general, nosotros también somos un desastre.

Alguien que no me acuerdo quien fué, ni tengo ganas ahora de buscarlo en internet, dijo aquello de "tenemos lo que nos merecemos". Yo no sé si tenemos lo que nos merecemos, espero que no, pero si estoy convencido de que lo que tenemos es una traslación de lo que somos.

Nosotros, nosotras, somos responsables, claro que somos responsables, de lo que está pasando en todos los ámbitos de nuestra sociedad, ya sea por acción o por omisión. Si tal alcalde o presidente del gobierno (como el actual) está asfixiando a la ciudadanía con recortes sociales y económicos, es porque la mayoría de los españoles y españolas lo votaron (afortunadamente, no tuve nada que ver en esos votos). Si el presidente del Málaga CF es un "jeque árabe", es porque los aficionados al fútbol de Málaga no fuimos capaces de poner cada uno algunos euros para "salvar" al club. Si el presidente de una asociación cultural tiene algunas decisiones que consideramos erróneas, quizás la culpa la tengamos los socios de la misma, que no participamos activamente en el desarrollo de sus actividades, incluso ni vamos a las asambleas en la que se eligen a las nuevas juntas directivas.

En definitiva, no podemos, no debemos seguir en estado de letargo social. Debemos actuar, debemos movilizarnos, debemos manifestarnos, debemos intervenir activamente en nuestro futuro.

Si somos dinámicos, si intervenimos activamente en la vida política, social o sindical, si decimos lo que pensamos sin tapujos y sin pensar en lo que me pueda afectar según mis intereses, si nos movilizamos y presentamos alternativas ..., entonces cuando algo vaya mal, entonces, tendremos el contundente derecho a decir que la culpa la tiene el otro.

Si no participamos, no nos involucramos, y solo vemos la vida a través del televisor, criticando las actividades de determinados partidos políticos, peñas, asociaciones, sindicatos, ..., desde la barra de un bar, sin la más mínima movilización, entonces, ..., entonces, nosotros también seremos parte de la culpa.

El problema es que la inmensa mayoría de nosotros vemos la vida a través del televisor y "actuamos" criticando determinadas actuaciones que realizan otros y desde la barra de un bar.

Cuando nos movilicemos, cuando pasemos de la pasividad a la actividad, cuando nuestra sociedad civil se despierte del letargo en la que está inmersa, entonces, ..., entonces todo irá mucho mejor.


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