martes, 25 de mayo de 2021

Luna

Una cosa es basar una estrategia política en la xenofobia y otra cosa es no tener corazón. Y es evidente que los responsables de Vox no tienen corazón, no tienen sentimientos, no tienen piedad.

Van a misa a rezar, para seguir el ejemplo de Jesús de darle amor al prójimo, y cuando salen de misa y les dan dos euros al pobre que está en la puerta, se les olvida todo y se vuelven despiadados con los más necesitados.  Eso se llama odio al prójimo y deberían, ya que son creyentes, ir al infierno.

Para mí no tienen corazón esos dirigentes de la ultraderecha que solucionan todo en base a la militarización, al poder de las armas.  No tienen sentimientos esos dirigentes de la derecha extrema que son capaces de criticar que se puedan acoger a unos niños migrantes, indefensos y no acompañados.

Me dan ganas de vomitar cuando leo o escucho mentiras y barbaridades, como que “la población inmigrante es la que está colapsando los servicios sanitarios y sociales”, o que el “Gobierno ha trazado un plan para sustituir a la población española por población migrante”. Unas gilipolleces que a ningún majareta se le puede ocurrir, pero a ellos sí, y lo peor es que hay miles de españolitos que creen lo que ellos dicen.

Me da mucha pena escucharlos decir que quieren acabar con las ONGs, con esas decenas de miles de voluntarios y voluntarias, que solo buscan poner su tiempo y dinero para ayudar a los más necesitados.  Ese ha sido el caso de Luna, una joven voluntaria de Cruz Roja, que intentaba ayudar a quienes exhaustos, después de miles de kilómetros de travesía por el desierto, querían cambiar la miseria de su país, por un futuro digno.

Siguiendo el ejemplo de los dirigentes de Vox, salen escorias humanas para insultar, linchar, ultrajar, humillar, avergonzar, … a esa joven solidaria, por el simple hecho de darle humanidad y calor a un inmigrante que lloraba, mientras veía como intentaban reanimar a un compañero exhausto.

Luna es un gran ejemplo a imitar, pero fue diana de cientos, de miles, de comentarios xenófobos, machistas y de ofensas sexuales repugnantes, la mayor parte sumergidos en el anonimato cobarde de las redes sociales.  Así son, cobardes y repugnantes.

Pero afortunadamente tenemos muchas Lunas, y afortunadamente cada vez más sus votantes están comprobando como esa gentuza no tienen corazón.

De todo este episodio de pena y angustia, me quedo con la respuesta de Luna, cuando les contestaba a esos tipos tan asquerosos "Cuando me dicen esto, siempre digo lo mismo ... me siento más segura con ellos, que con gente que piense como tú".

Luna, para la inmensa mayoría de los españoles/as eres un ejemplo a seguir.  De los otros, ni te preocupes, no son ni humanos.


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