sábado, 19 de agosto de 2017

#SoyUnCrack


Todo se está haciendo virtual, desde comprar por internet cualquier gilipollez virtual, ponernos unas gafas de realidad virtual para estar en algún lugar maravilloso sin movernos del sillón del salón, hasta hacer como sin trabajáramos virtualmente sin dar ni golpe.

Digo esto porque estoy ya hasta las narices de ver a algunos que casi no dan golpe en sus empresas y organismos turísticos y parece que han inventado el duro trabajo de “sol a sol”.

Quien no use esto del Facebook, Twitter o LinkedIn, no sabrá de que le hablo, … pero quien lo use, aunque lo haga como yo, de vez en cuando, verá la cantidad de chalaos que solo quieren aparentar que están haciendo muchas cosas, … aunque en realidad no hagan nada.

Es ya usual que cuando llegamos a una reunión y nos sentamos, haya dos o tres que inmediatamente le pide a otro de los presentes, que le haga una foto en tan importante reunión. Pongamos un ejemplo, lo real y lo virtual.

Lo real. Llega nuestro amigo ficticio Manolo a una reunión sobre “como arreglar la loseta que está rota en la calle Buenavista”, se sienta, se saca el móvil, lo pone como cámara de fotos y le dice a su amigo JuanLu que le haga una foto. De buena a primeras, le dice que se esté quieto, ya que se da cuenta que no hay ni un papel en la mesa. Así que sacan unos papeles de un escritorio cercano, piden un boli prestado y haciendo como el que escribe notas estratégicas, se hace la foto.

Pero no, no es la foto, … es la primera foto. A continuación, le pide a JuanLu que le haga otra foto y JuanLu se la hace. Pero que no, que JuanLu no se entera, que se la haga desde otro ángulo. Mientras que el bueno de JuanLu se va hacia la otra esquina de la habitación, el cachondo de Manolo coge unos libros que había en una estantería cercana y sin importarle de lo que sea, se pone uno al lado y abre el otro y dice “ahora JuanLu, haz la foto ahora”, y el bueno del JuanLu se la hace.

Y acaba el circo turístico virtual, … pues no, de eso nada. Hay que hacer una última foto. Entonces, el cachondo de Manolo ve entrar a Pepe, que es el ayudante del asesor técnico del aparejador del pueblo y le dice “quédate ahí, Pepe, haz el favor”, y se levanta rápido, ante la atenta mirada de Rosa y Laura, que están sentada esperando que empiece la reunión, pero tan asombradas, que no pierden detalles de lo que allí sucede.

Decía que nuestro Manolo se va para Pepe y le ofrece la mano, a lo que el ayudante del asesor del aparejador municipal, es decir Pepe, que es un hombre muy educado le da la mano con cara de asombro ante tan cariñoso recibimiento. Pero …, pasa lo que pasa en estos momentos, que después de un apretón de manos, Pepe intenta soltarse, pero el fotográfico Manolo le aprieta la mano sin dejar que se la suelte.

Pepe no sale de su asombro, “¿qué le pasa a este tarao?”, piensa, mientras escucha al tarao casi gritar “JuanLu, vamos, joder, haznos de una puñetera vez la foto”. Y ahí va otra vez el bueno de JuanLu, casi corriendo a la otra punta de la sala para hacerle la foto a Manolo dándole la mano a Pepe en postura presidencial, antes de empezar la reunión de como cojones cambiar la loseta que está rota en calle Buenavista.

Y por fin, después de veinte minutos de poses, posturitas, escenarios, sonrisas, caras de cansados, … fotos, muchas fotos, … empieza la reunión.

Bueno, le dice Laura (que es la Jefa del Servicio, y todavía asombrada del espectáculo que acaba de vivir), a Manolo, “ve con Pepe a los Servicios Operativos y que de mi parte que cambien rápido la loseta, que no podemos seguir dando esta imagen”. Así que Pepe y Manolo, iros ya, por favor, que vamos a empezar a analizar la capacidad de carga turística de nuestro municipio para los próximos años.

Un minuto de indicaciones claras y a cambiar la loseta.

A esto, Manolo dice “vale voy, pero antes de irnos, por favor, JuanLu hazme una foto con Laura que …”. De eso nada, Manolo, le dice Laura, deja de hacer el gilipollas y quiero esa maldita loseta cambiada antes de una hora.

Y se van nuestros amigos de la reunión.

Y ahora lo virtual, lo que pone nuestro Manolo en sus redes sociales, es decir en el “feisbú, el tuite y el linkenlin”. Dentro de su tontura, Manolo lo escenifica como una obra teatral de tres actos, como si fuera un verdadero genio.

Primer acto virtual. Manolo, al salir, abre su feisbú, su tuite y su linkenlin, y dice “Aquí estoy, empezando una importantísima reunión sobre el futuro del turismo de nuestro municipio y con los principales agentes turísticos, desde la Alcaldesa hasta los presidentes empresariales”, insertándole su fotito en la que se le ve sentado con pose de modelo y con los papeles, el boli y una sonriente cara mirando a la cámara.

Segundo acto virtual. Manolo vuelve a abrir su feisbú, su tuite y su linkenlin a la hora (acuérdate que la reunión duró tres minutos para hablar del cambio de la baldosa) y escribe “he hecho algunas aportaciones por las que me han felicitado, estoy más que satisfecho por las políticas turísticas que he diseñado para nuestro municipio, todos están de acuerdo con lo que he dicho. #SoyUnCrack”, a la que añade la fotito con los libros de legislación ganadera que cogió de la estantería para hacerse la foto.

Tercer y último acto virtual. Manolo, a las tres horas, vuelve a abrir su feisbú, su tuite y su linkenlin y sin pudor vuelve a escribir “Ya hemos acabado, ha sido dura la reunión, pero menos mal que he venido, todas mis propuestas han sido aprobadas y todos me han felicitado. El futuro del turismo de Villa Mar está garantizado, #SoyUnCrack”, al que le añade la foto con la Pepe dándole la mano.

Pues como nuestro Manolo, hay miles de Manolos en el turismo andaluz (que no en Turismo Andaluz), que hacen los gilipollas de forma diaria y nos inundan nuestras redes sociales de fotos y comentarios, en los que dan grandes conferencias en la ONU (y en realidad están en un cursillo de la FPO de su barrio); que están en el Consejo de Administración de Marriott International; cuando está en la reunión de su asociación de vecinos; o que están visitando como especialista e invitado por el Alcalde, los recursos turísticos de un gran destino, cuando la foto la hizo el anterior sábado cuando fue a visitar esa ciudad con su mujer.

Así de gilipollas nos hemos vuelto, … bueno se han vuelto algunos.

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