viernes, 2 de febrero de 2018

Del dicho al hecho


El dicho

Estuve dando una conferencia en inglés en un importante Centro de Investigación Turística de Australia, concretamente en el Centre for Tourism Research de la University of Canberra, y me preguntaron por los retos turísticos que teníamos en Andalucía. Mi respuesta fue que estábamos trabajando en la implantación de cinco estrategias esenciales, que te señalo:

1. Sostenibilidad. Expuse que entendemos el turismo como una actividad que tiene en cuenta las repercusiones futuras (económicas, sociales y medioambientales) para satisfacer las necesidades de los visitantes, del entorno y de las comunidades anfitrionas. Que estamos apostando para que los recursos se conserven para su uso en el futuro, y para ello, hacemos una gestión de forma que no cause problemas ambientales o socioculturales; a la vez que los beneficios del turismo se repartan ampliamente entre toda la sociedad.

2. Calidad. Afirmé que los turistas visitan nuestra región por la calidad integral que ofrecemos, en los que el destino es el elemento esencial. Que estábamos haciendo verdaderos esfuerzos en la recualificación de zonas turísticas consolidadas. Seguí señalando que las administraciones públicas y las organizaciones empresariales, de forma coordinada y cofinanciando proyectos, estaban ejecutando una serie de acciones que estaban mejorando la cualificación de dichos entornos.

3. Formación del personal. Presenté los proyectos relacionados con la cualificación de los recursos humanos, con una apuesta decidida en la formación continua de los trabajadores/as, orientada hacia las nuevas demandas de nuestros clientes, donde los planes de estudio de las Universidades tienen una clara conexión con las necesidades del mercado. Expliqué que en esa cualificación había un compromiso por el empleo de calidad en sus salarios y condiciones laborales.

4. Tejido empresarial. Mostré la situación de las empresas turísticas andaluzas, las cuales tienen una sólida dimensión a la altura de Baleares, Madrid, Canarias o Cataluña, y los proyectos que tienen para internacionalizarse en otros países. Expliqué la existencia de un lobby turístico, ya que el turismo es el verdadero motor de la actividad económica y de la generación de empleo en nuestra región. Incidí en que ese lobby turístico estaba compuesto por empresas de distintos sectores, que tenían como objetivo velar por la competitividad del destino, lejos de sus intereses particulares.

5. Planificación turística. Por último, presenté como todos los municipios turísticos andaluces tienen un plan de desarrollo turístico sostenible. Mostré como los distintos agentes, políticos, empresariales y sociales, se habían puesto de acuerdo en las estrategias a desarrollar en los próximos años, y como se había llegado a un acuerdo en la cofinanciación de las mismas. Señalé que la planificación futura es la base de nuestra estrategia de competitividad, basado en la dignificación de los actores turísticos y con visión de futuro.

Terminé la conferencia entre fuertes aplausos de los asistentes y con gran satisfacción de poner a nuestra región como referente mundial de las cosas bien hechas.

… pero eso ha sido la primera parte del título del artículo “el dicho”, vamos ahora a por “lo hecho”.


Lo hecho

Nunca he estado en Australia, no sé lo que es el Centre for Tourism Research, no sé si existe la University of Canberra, no soy capaz de dar una conferencia en inglés y nunca me han dado fuertes aplausos en ninguna de mis tres conferencias.

Y en cuanto a esos cinco factores de lo que “decimos”, pues creo que la realidad es bastante distinta en lo que “hacemos”. Mi opinión de “lo hecho”.

1. Sostenibilidad. No conozco ningún plan de desarrollo turístico sostenible en destinos consolidados en el que se estén desarrollando acciones encaminadas a que los recursos naturales y culturales se conserven en el futuro. Conozco acciones puntuales, planes con el apellido “sostenible” pero vacíos de acciones prácticas, o interesantes discursos que nunca se llevaron a cabo.

2. Calidad. Aunque es cierto que existen algunas iniciativas de apuesta por la calidad, tanto por la administración (Sicted) o por el empresariado (ISO), creo que el verdadero pilar de la calidad en esta actividad es el trabajador, la trabajadora. Y todo nos indica que se está perdiendo calidad en el empleo. Se está perdiendo capacidad adquisitiva, con unos sueldos congelados y con incrementos del coste de vida. Se está perdiendo estabilidad con contratos de tres días. Y cada vez se están subcontratando más servicios a precios minúsculos.

3. Cualificación del personal. A nivel institucional se acabaron los cursos de formación, a nivel empresarial son pocos casos en los que existe un plan de formación real y con visión de futuro. Quiero decir que lo que existe es por “imperativo legal” y no por “visión estratégica”, en donde la formación tiene como principal requisito que sea lo “más barata posible”, no lo “más eficiente posible”. La universidad y la empresa siguen sus caminos separados.

4. Tejido empresarial. No tenemos grandes empresas turísticas en nuestra región. No quiero decir que tengamos pocas, quiero decir que no tenemos ninguna. Todas las grandes compañías turísticas están en otras regiones, y la inmensa mayoría de centros de decisión (salvo la de las Pymes, claro) están fuera de Andalucía. Lo que la internacionalización de la empresa andaluza es una entelequia (situación ideal que solo existe en la imaginación) que escuchamos desde el Plan Futures en 1992, pero que todavía no se ha “consumado”.

5. Planificación turística. Sin mayores comentarios, solo comprueba si en tu municipio turístico existe un plan de desarrollo turístico en el medio y largo plazo, consensuado por agentes turísticos, políticos, empresariales y sociales.

Pues eso, que, del dicho al hecho, hay un gran trecho. Que el discurso y la realidad se pueden parecer como la noche al día. Y que conste que he puesto mi grano de arena en la responsabilidad de la realidad que acabo de mostrar.

Y a pesar de todo ello, somos una región que todavía es líder en materia turística.

Pero a pesar de esta realidad y en esta época de bonanza turística, no estamos haciendo casi nada para corregir estos “hechos”. Me estoy refiriendo a la necesidad de poner en marcha una serie de acciones conjuntas, que son básicas, para que en el futuro sigamos siendo una de las regiones líderes en materia turística.

Y ojo, que yo sepa, los milagros no se repiten.

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